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  • Foto del escritorVERDAD EMOCIONAL

PARADOJAS

Actualizado: 27 nov 2018

"Hemos cortado los vínculos que unían al hijo con el padre, al hombre con otros y al hombre con la mujer. ... Los niños se les quitarán a las madres al nacer, como se les quitan los huevos a la gallina ...". Novela 1984 de George Orwell publicada en 1946.


Ahora, en el año 2018 los escritos de George Orwell están más actuales que nunca, vivimos en una sociedad en la que "por el bien de los niños" el Estado se los retira a sus padres (les quita la patria potestad), vease por ejemplo: https://www.europasur.es/algeciras/ninos_0_1215778521.html

cuando el verdadero e infinito desamparo de un niño es separarlo de sus padres.

Los niños deben estar con sus padres, es un derecho desde su concepción y una necesidad vital..




¡Están matando a los padres y a los hijos en vida!


Los niños necesitan de sus padres para que puedan alcanzar su máximo potencial vital, físico y emocional. El amor y la seguridad que brinda una familia es algo que nunca el Estado podrá ofrecer.


Están torturando: rompiendo el derecho a la intimidad, a la privacidad, lo que es el propio refugio interior vital para la vida del ser humano, además de acosando y aterrorizando a padres e hijos.


Están inmiscuyéndose en lo más primordial de una sociedad, lo que la crea y la sustenta: la humanidad.



Están haciendo proselitismo públicamente de las bondades del Estado para los niños, pero se olvidan de que los niños NO quieren al Estado, quieren y necesitan para vivir a sus propios padres. Si se considera que los padres no son lo más adecuados por motivos varios, existen multitud de soluciones para mediar en la situación y ayudar a esos padres a superar sus dificultades en la maternidad y/o paternidad, mientras sus hijos permanecen junto a ellos, sin necesidad de alejarlos, pero no es lo que se está realizando.


Y lo que es peor, están "matando a los padres" de niños ya agredidos por trastornados, cuyos sanos padres (padre, madre, o ambos) como correctos ciudadanos, en deber y derecho, denuncian la agresión. La paradoja es que quién está para ayudar, se convierte de nuevo en un agresor, la mayoría de las veces, actualmente (agentes del orden, de la ley y de la autoridad).


El Estado con su afán de infantilizar, niega lo evidente: Los daños y secuelas psicológicas causadas por agresores. Estos daños y secuelas no son "creencias", sino que son hechos objetivos. Cualquier ser vivo violentado emocional y físicamente lo sabe.

"Aquí reside la traición clásica del cognitivismo dogmático: trasladar a la víctima, con la fantasía de que "todo depende de tu interpretación", la responsabilidad del agresor. Este truco, culpar a la víctimas, es perverso".


Las víctimas existen y si no se las reconoce, no podrán sanar. Reconocer que las víctimas existen es reconocer que hay un agresor. Pongamos remedio a este error de ocultar al agresor y su acción, olvidándonos de las víctimas. Tengamos más amor.



Pero los ciudadanos vivimos infantilizados, tapándonos los ojos a la verdad, arrastrados por un miedo a la autonomía, a la responsabilidad, a despertar de la mentira, sin amar, sin esfuerzo, con un ansia de ser protegidos por los mismos poderes que nos están devastando.


Es terrorífico el avance del control político mediante ese lema de "por tu bien", que funciona como caballo de troya hacia la des-intimización de los seres humanos, siendo esto una tortura, como he comentado anteriormente. Ahora todo lo que haces, piensas y sientes y consideras tuyo, es tuyo y forma parte de tí (hijos, familia, cuerpo, pensamientos, vida sexual, emocional, sexo, etc.) está obligado a ser público y por ello politizado, con la excusa de lo hacemos para ayudarte.



Si destruyen lo más sagrado; nuestro sentido de la intimidad (nuestro yo), dejaremos de ser nosotros para pertenecer a una nada: Morimos psicológicamente.



Aún así, la mayoría de los ciudadanos está delegando o le parece bien delegar, todo de lo que es genuinamente y legalmente responsable y a lo que están obligados a salvaguardar: su derecho a la intimidad, a los mismos que los devastan muy a menudo (políticos, escuelas, guarderías, médicos, psiquiatras, legisladores, jueces, empresarios, ciertos "expertos", instituciones, etc.) la infinidad de responsabilidades que, en rigor, sólo les corresponde a ellos mismos. No pueden sentirse, obviamente libres, pero sin despertar y ver la verdad, luchan por su libertad entregando su verdadero poder a los más astutos postores, y éstos, están encantados, pues en ello consiste precisamente el Negocio Social.


Para el estado moderno ya no existen sufrimientos personales, privados o psicológicos. Todo es politizado y reducido a cuestiones "sociales" gestionadas por toda clase de funcionarios.


Necesitamos CORAJE. Un coraje individual, familiar y social y atrevernos de una vez a mirar de frente la VERDAD.


Sólo podremos ver la VERDAD, con la valentía de sanar nuestras propias heridas infantiles, como única forma de recuperar nuestra empatía, respeto y amor por los seres humanos en cualquiera de sus edades y sexos.


" Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo consciente la oscuridad". Carl Jung


Haz consciente tu oscuridad, Verdad Emocional te acompaña amorosamente hacia a tu libertad, con ello también, contribuirás al bienestar de la humanidad.





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