Una vez leí este escrito anónimo*:
" No necesitamos más política, sino más amor y sabiduría"
Absolutamente sabia la reflexión. Actualmente en relación a las víctimas de violencia en la infancia se pide: más y más política, más y más leyes, más y más moralismos, ideologías, creencias, dogmatismos de todo tipo, banderas y colores. Tal vez si entendiéramos más a las víctimas en vez de confundirlas con tantas palabras, políticos, tendencias y jueces, ellas nos dirían lo que necesitan. Con certeza no será nada de lo que se les ofrece a ese nivel, tal vez ni tan siquiera les interese que les digan que les van a ayudar cambiando leyes. Las víctimas de cualquier violencia se sienten aturdidas cuando les dicen que miran por su bien, si tan siquiera son escuchadas.
No quieren una escucha social, global, política, religiosa o ideológica.
Quieren que se les escuche desde el corazón a sus corazones, necesitan ESCUCHA empática, sincera, respetuosa y amorosa. Escucha certera, sin opiniones y alarmismos. Sin censuras ni filtros. Sin evasivas o golpes en el pecho. Quieren que su dolor tenga un cómplice amoroso y eso no lo ofrecen los políticos, escritores músicos, ni ningún -ismo con banderas.
Avanzando un poco más, podríamos llegar a la sana conclusión de que si la infancia fuera tratada con amor y madurásemos adecuadamente; con autoestima, seguridad, autonomía y responsabilidad propia. Las sociedades serían otra cosa, absolutamente mejores que las de ahora y tal vez ni hubiera necesidad de políticos, ni leyes, ni dañados u oprimidos.
Los niños no necesitan política, necesitan AMOR.
No necesitan que les digan "verdades" ellos son la VERDAD.
No necesitan que les manipulen la vida, porque ellos mismos son la VIDA.
Acompañemos a las víctimas niños y niñas en su dolor, de un modo respetuoso y amoroso y si no podemos, busquemos la más adecuada ayuda en una terapia. No las dejemos de lado pensando en que los políticos y las leyes, los atenderán y las salvarán. .
*TR.